Es la práctica de un estado de atención concentrada sobre un pensamiento, la propia conciencia o un objeto externo. El objetivo de la meditación es calmar la mente por un lado y por el otro convertirnos en el objeto de la observación. Cuando logramos calmar la mente accedemos a grandes beneficios personales y espirituales, entre ellos destacan: control del estrés, mejoras en la salud, enfoque, buena vibra, eliminas hábitos, combates la ansiedad, desarrollas la intuición, incrementas tu vitalidad y te da auto confianza, entre otras.